-Elsa Lesser

TERAPIA INDIVIDUAL

Ya sea que estés pasando por un período de depresión, ansiedad, o cualquier otra índole de conflictos emocionales, siéntete tranquil@, no estás sol@. Durante las sesiones con Elsa podrás descubrir vías para aliviar el peso que llevas sobre tus hombros, desenredar tus emociones para tener una visión clara y encontrar oportunidades para hacer cambios positivos en tu vida.

La terapia individual, debe ser solicitada por el paciente (no por familiares ni amigos), debe ser mayor de edad y solicitad cita de forma voluntaria. Solamente así, abiertos al cambio, logramos resultados impecables.

TERAPIA DE PAREJA

Cultivar una relación de pareja saludable toma mucho trabajo, sobre todo porque las buenas parejas no se encuentran: se construyen. Pueden pasar muchos años sin buscar ayuda profesional para resolver específicas dificultades y conflictos en la relación. Ya sea mala comunicación, problemas de compromiso o cualquier otra dificultad o dolor dentro de la relación, Elsa tiene la experiencia para trabajar contigo y tu pareja en sanar las heridas que se han generado durante la relación.

La terapia de pareja debe ser por un acuerdo voluntario de asistir ambos a las sesiones a sanar sus objetivos.

NIÑOS Y ADOLESCENTES

En ambos casos, tanto para niños como para adolescentes, la primera sesión debe agendarse únicamente a los papás del menor. No debe traer al menor en la primera cita.

NIÑOS: La mejor forma de trabajar las emociones con un niño es de forma indirecta en la mayoría de los casos. En lenguaje de terapia, se dice que los niños viven en un eterno trance, eso significa que siempre están en un mundo de imaginación. Eso puede ser muy favorecedor para la terapia, ya que no en todos los casos es necesario que los niños acudan al consultorio. Cada caso se valora de forma individual.

ADOLESCENTES: Cada día más adolescentes piden ayuda a sus papás para salir adelante del remolino emocional en el que se encuentran. También, cada día más padres solicitan ayuda de terapia para sus hijos adolescentes. En ambos casos, es necesario que el adolescente quiera asistir a terapia de forma voluntaria.